La definición del Sistema de Actividades de forma integral en una empresa es clave para lograr o reforzar una estrategia, ya que incrementa la exclusividad de una posición e intensifica los Trade-offs.
El Calce es importante porque las actividades diferenciadas a menudo se afectan entre sí. La empresa se debe considerar como un todo; y en consecuencia, se debe diseñar el sistema de actividades y su calce (es decir, cómo se complementan o refuerzan dichas actividades).
Existen 3 tipos de calce:
1) Calce de primer orden: Coherencia entre Actividades (funciones) y la estrategia general.
La coherencia asegura que las ventajas competitivas de las actividades se acumulen y no se debiliten ni se anulen.
2) Calce de segundo orden: Refuerzo de las Actividades.
No sólo debe haber coherencia entre las actividades, sino que deben reforzarse entre sí para que surtan un mejor efecto, de acuerdo al mensaje que se quiere enviar.
3) Calce de tercer orden: Optimización del esfuerzo.
La coordinación e intercambio de información en todas las actividades con el fin de eliminar redundancias y minimizar los esfuerzos malgastados constituyen los tipos más básicos de optimización del esfuerzo.
En los 3 tipos de calce, el TODO es más importante que cualquiera de las partes. La ventaja competitiva nace del sistema completo de actividades.
Dado lo anterior, el calce estratégico, entre muchas actividades, es fundamental tanto para la ventaja competitiva como para sustentar dicha ventaja.
Un calce de segundo y tercer orden en los sistemas de actividades de una empresa le ayudará a tener un mejor posicionamiento y que su ventaja sea más sustentable.
Mientras mejor se complementen las actividades (mayor calce) más difícil será para los rivales imitarnos, a menos que copien el sistema de actividades completo.
Si no existe calce entre las actividades, NO HAY ESTRATEGIA distintiva, y menos sustentable.
El calce impulsa la ventaja competitiva y sustentabilidad.
El calce es un componente de la ventaja competitiva que involucra todo un sistema de actividades y no un conjunto de partes, aleja a los imitadores e intensifica los trade-offs.
La ventaja competitiva de muchas empresas proviene de la manera en que sus actividades calzan y se refuerzan entre sí, por ejemplo para un rival, es más difícil igualar un conjunto de actividades interrelacionadas que sólo imitar un determinado enfoque de la fuerza de ventas, igualar una tecnología de proceso o replicar un conjunto de características del producto.
Un buen balance conduce a la ventaja competitiva sostenible, las posiciones presentan la ventaja de poder asumir la responsabilidad de escoger cuáles son las actividades a realizar, pero más importante es integrarlas.
“Se debe hacer un sistema integrado de actividades y no una colección de actividades”.
Giovanni Alfonso Huanqui Canto
Fuente: Harvard Business Review, artículo de Michael E. Porter
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